Damián acepta que si estuviera en su poder, se
desharía de las canchas artificiales, como la de Xolos y acepta que ante
Chivas en Liguilla les pudo afectar el campo
Si Damián Álvarez tuviera una varita mágica para desaparecer todos los
campos de material sintético ‘habidos y por haber’ en la tierra,
acabaría con ellos para que los futbolistas no sufran más pues lastiman
rodillas y articulaciones.En charla con RÉCORD, el Enano no quiso quejarse ampliamente, sino expresar su sentir por el recurso de césped artificial que eligen diversos clubes para edificar sus inmuebles, ya que a la larga tienden a lesionar a quienes trotan sobre tales superficies.
“Si tuviera la posibilidad de elegir, desecharía todas las canchas de pasto sintético habidas y por haber, porque, digamos, lo más sano para los futbolistas es el césped natural. Jugar o entrenar diariamente en estas superficies te traen problemas de articulaciones, de rodilla.
“No sé qué particularidad tengan esas gomitas que parecen de caucho, aumentan mucho la temperatura en los pies, porque si en el césped sientes los pies calientes, en esa superficie como que te quema”, aseguró el ‘11’ del cuadro felino.
Ahora que está por arrancar la edificación del Estadio de Futbol Monterrey en La Pastora, el volante zurdo deseó que Rayados tome la opción del terreno natural, ya que no le agradaría que se siguieran propagando las moquetas.
“Si fuera el encargado de decidir sobre la superficie de una cancha, lo haría natural, ojalá se siga manteniendo una decisión de césped natural. A mí no me gusta el sintético, no me agrada para nada, no sé qué beneficios tenga, ojalá que si hacen el nuevo estadio del Monterrey, que lo hagan de césped natural”, apuntó.
Pudo influir ante Chivas
A través de los años, para Damián no han sido fáciles sus encuentros con este tipo de gramas donde ha jugado; inclusive aceptó que haya sido factor en la Liguilla pasada para que Tigres se quedara en el camino frente a Chivas en el Omnilife.
“Pudo haber influido un poco en cuanto a la producción del equipo porque resulta incómodo tener cierto manejo de la pelota, te bota mucho, tener que estar pendiente de otras cosas que de un césped que te agrade jugar.
“Pero uno lo ha vivido, desde chicos jugamos en campos peores. Eso no se tiene que perder, sin llegar a ser tan odiosos con una crítica de una cancha sintética, tenemos que ponernos en una postura de que hay que jugar y punto”, finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario